Todo está diseñado y todo habla!
Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, nos enfrentamos a un sinfín de mensajes. Algunos ejemplos cotidianos: Un despertador con códigos numéricos que nos indican la hora, un electrodoméstico marcado con iconos que nos ayudan a interpretar el uso de sus programas, el código de circulación vial y sus señales, mensajes publicitarios a diestro y siniestro, que inundan nuestras ciudades, intentando conseguir un instante de nuestra atención, el acompañamiento publicitario en la lectura del periódico, la marca impresa en el azucarillo del café… Todo es diseño!!! Allí donde hay vida humana hay necesidad de diseñar. El hombre está diseñado con una clara vocación de comunicar por lo que necesita emitir mensajes, ya sea para definir, para ordenar, para provocar deseo, para estimular, para contar una historia o simplemente para deleitar con una composición bella.
Por eso, el diseño aplicado a la gestión empresarial debe ser un elemento a tener en cuenta, ya que el público objetivo, de cualquier empresa, valora el diseño como algo esencial. Está en nuestro diseño!!! De hecho, es la forma de comunicarnos con el mundo exterior. El diseño no es solo esa disciplina que hace bello un mensaje; el diseño nace de la propia definición del mensaje y de la relación que hay entre emisor y receptor. ¿Qué quieres expresar? Por ejemplo, volviendo a nuestra vida cotidiana, si estás invitado a un evento y quieres expresar el valor que para tí tiene ese evento, tratas de mostrar por fuera, esa emoción o sentimiento; y usas una combinación de ropa adecuada para la ocasión. El diseño funciona en el mismo plano. Primero tienes un mensaje, algo que contar y después lo vistes con tipografía, color, soporte papel…, la elección adecuada. Por eso, el diseñador ha de involucrarse en conocer la relación que existe entre empresa y público objetivo. Investigar sobre cómo y con qué canales se están hablando. Qué lenguaje se está usando y cual es la relación de comunicación que hará más favorable la relación entre ellos.
Es frecuente en nuestra cultura actual enfocar un trabajo de diseño como una mera estrategia de manipulación para seducir a un número mayor de personas y así hacer crecer las ventas, pero cuidado!!! el diseño debiera ser tomado en su contexto original, que es usándolo como la mejor herramienta para comunicarnos mejor con nuestros clientes y así poder experimentar un crecimiento natural en nuestras ventas. Es por esto, que el diseño no debe enfocarse como trampa, sino como Calidad de vida, calidad en las relaciones, porque el diseño es VIDA!!!